La educación prohibida - Actividades I
Esta vez comenzamos con un nuevo apartado, llamado actividades y reflexiones, en primer lugar se nos propone visualizar y sacar conclusiones acerca de "La educación prohibida".
La película nos inmersa en las raíces de la educación de hoy en día y por tanto como resultado de esta surge la pregunta, ¿estamos formando personas o únicamente catalogando a personas por sus resultados? Obligando a formarse sin más, sin generar la chispa de la curiosidad, las ganas de aprender, de descubrir, de entender al educando tanto académicamente como emocionalmente, ya que detrás de cada educando existe un mundo completo y diferente al resto.
¿De dónde venimos?
"Yo quiero formar un cuerpo docente, para poder dirigir el parecer de los franceses".-Napoleón;
Es una de las frases que se pueden oír en el vídeo, simplemente te das cuenta, de que inicialmente la educación era maquillada con fines distintos a los reales, y que quién domina la educación, domina la sociedad y la forma de pensar de la gente.
¿Cuál es el sistema actual?
Obviamente no estamos de acuerdo con él, donde el educando tenga más horas en el colegio que los propios universitarios, y dónde no hay tanto conocimiento como en una universidad, hace de primeras, replantear las cosas, ya que el colegio funciona más, como una cárcel que como un lugar donde pueda aprender divirtiéndose. Y eso es que la verdadera prioridad de un escuela no esta funcionando, sino que se esta consiguiendo todo lo contrario.
¿Hacia donde debemos ir?
Como bien expliqué antes, debemos formar personas que sean capaces de pensar por ellos mismos, generando la ilusión por adquirir nuevos conocimientos, no impuestos, con capacidad de guiar al educando y aconsejarlo, no tomar decisiones por él, sino ayudarlo a labrar su propio camino y pensar pautas para sus metas. Y lo que es más importante no sólo tener en cuenta su rendimiento sino su estado emocional.
En mi opinión personal si queremos formar como una verdadera sociedad, se debería fomentar más la cooperatividad entre ciudadanos y no fomentar tanto el individualismo y la competitividad. Y con esto no quiero decir que se elimine la competitividad, para nada, creo que es buena para que el individuo rompa sus límites, y para la sociedad, pero dentro de una moralidad social, y no que el fin justifique los medios, logrando pensar más como sociedad y menos como seres individualistas.
Nos vemos en el siguiente post!
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